Antes de llegar a la iglesia nos sorprende el edificio que a principios del pasado siglo albergó el Hotel Internacional, también el edificio del Teatro Eslava enfrente de una de las librerias más populares y originales de Madrid: La libreria de San Ginés en el castizo pasadizo que lleva su nombre, vemos desde aquí la más clásica chocolatería de todo Madrid.
Más adelante nos encontramos con el antiguo Palacio de Gaviria que todavia conserva algunas partes del original palacio como la escalera y sus bóvedas, hoy convertido en galeria comercial su planta baja.
Antes de llegar a la Puerta del Sol, vemos la casa del ratoncito Perez en el nº8, donde estaba la pasteleria Prast, en cuyos sotanos vivia este famoso ratoncito.
Enfrente el Centro Comercial Palazuelo, de principios del siglo XX.
de Antonio Palacios.
Lo primero que encontramos según entramos en la plaza es la estatua de la Mariblanca, que fue construida para adornar una de las fuentes más conocidas de Madrid, situada en el otro lado de la plaza frente a la antigua iglesia y hospital del Buen Suceso, hoy desaparecida, como también han desaparecido el Covento de San Felipe el Real y el Convento de la Victoria. Todos ellos fueron los primeros edificios importantes que dieron fama al punto central de la villa, ya desde el siglo XVII.
La historia de esta plaza sin nombre de Plaza, es un fiel reflejo de todos los acontecimientos importantes que han sucedido en la ciudad y que todavia siguen pasando.
Las distintas reformas que ha sufrido para adaptarse a los nuevos avances técnicos en las distintas épocas y esa necesidad constante de seguir manteniendose en el centro de la ciudad, le ha conferido desde siempre un especial atractivo.
Lugar de encuentro de los madrileños y también de los que nos visitan, continua siendo la zona más vital de la villa. ¡Que de vida se respira en esta Puerta del Sol! ¡Que de trasiego! ¡Que de gentes!
Las tiendas y comercios que antiguamente eran cafés de apasionadas tertulias, dan mucho ajetreo de público, también los hoteles que llenan la zona, que nos hacen recordar algunos de aquellos antiguos y elegantes hoteles como el Hotel Principe o el Hotel Paris de los años veinte.
Lo que todavía se conserva es la antigua Casa de Correos, el edificio más sobresaliente de la plaza, con su torre donde se aloja el reloj más popular de todo Madrid.
Dentro de la plaza dos esculturas recientes de lo más madrileñas:
La estatua de Carlos III, (considerado el mejor alcalde de la villa),
y el símbolo de la ciudad: El Oso y el Madroño.
¡ Muy distraido y ameno este recorrido por la Puerta del Sol y la calle del Arenal!